Los medios de comunicación siempre han jugado un papel determinante en los grandes retos contemporáneos de la Humanidad. Nadie duda ya de que el gran desafío de este siglo es la lucha contra el calentamiento global. El papel de los medios, una vez más, es primordial: la única vía para movilizar al ciudadano en esta causa es informándole de las terribles consecuencias de que la temperatura suba más de dos grados en los próximos años.
Este es el punto de partida para el debate dentro del V Encuentro Planeta Responsable, bajo la cabecera: El cambio climático en los medios de comunicación, para los que contó con Eldiario.es, El Huffpost y El Confidencial. El debate estuvo moderado por Arturo Larena, Director de Efe Verde.
Larena lanzó una pregunta al aire para empezar: Los lectores de información sobre medio ambiente, ¿son un público más concienciado, o ya es el gran público? «Lo que está cambiando es que parte de los protagonistas que están activa o pasivamente involucrados con el cambio climático, son habituales objetos informativos de nuestro medio», explica Carlos Hernanz, adjunto al director de El Confidencial, «esto es: grandes corporaciones, la acción de los partidos políticos, el ámbito regulatorio que viene desde Bruselas, los tres pivotes sobre los que de manera más recurrente informamos, y que ahora llevan derivadas concernientes al cambio climático. Y tenemos una segunda vía para informar de este asunto que llega de forma más transversal, a través de todas las secciones, y no solo a público influyente, y es la relacionada con consumo energético, la eficiencia, cambios de hábito sociales, movilidad en las ciudades…».
Ninguno de los intervinientes duda, en cualquier caso, de que el interés por los asuntos ambientales, que antes era una información de nicho, es creciente: «Si nos ceñimos a los comentarios de nuestras noticias, que no es representativo porque participan, digamos, los lectores más compulsivos, sí da una muestra de que el calentamiento global y todo lo que lo rodea es un tema de gran preocupación», dice Herranz, y añade: «Pero si te fijas en otras variables como el tiempo lectura, cuántas veces se comparte, cuántas veces se ha leído esa pieza, sí que aprecias una corriente que tiene presente esos temas en sus de decisiones. Y eso te anima a seguir escribiendo y dar enfoques que resuelvan esas dudas. Sin desatender nuestro núcleo informativo, que son los sujetos corporativos y política. Pero está claro que el cambio climático se ha incorporado a las preocupaciones diarias de una parte importante de nuestra audiencia».
«No olvidemos que hacer periodismo es muy caro», añade el director de EfeVerde, «dedicar periodistas a investigar, a tenerlos en el terreno cubriendo distintas informaciones… Tienen un coste muy elevado. El problema es que con Internet vamos a la tendencia del todo es gratis, y no, para nada. Eso puede perjudicar la información en general, y la que trata el cambio climático, en particular». Domínguez opina que esta situación puede llevar a titulares efectistas para atraer visitas. «Es muy importante hacer información que responda a la pregunta ‘¿qué puedo hacer yo?’ Los propios científicos se cuestionan hoy si no se pasaron de rosca a la hora de anunciar el apocalipsis, decir cosas como que en 25 años el agua iba a inundar nuestras costas, una información que abrumó a mucha gente, y llevó a la creencia de que ya no se puede hacer nada. Por suerte, ese mensaje se ha ido modulando, para hacernos sentir a todos responsables y proactivos en nuestra capacidad de cambiar el mundo. Podemos influir en la elección de la ropa que se ponen, lo que consumen, o que elijan usar un coche eléctrico».
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Ethic: “Los medios y el cambio climático: el activismo es informar”.