Frente a la masificación turística o el sobreturismo que registran algunos destinos, ha surgido un movimiento denominado subturismo, que se caracteriza por viajar a lugares situados fuera de las principales rutas turísticas y da prioridad a los denominados enclaves secundarios. Su principal objetivo es minimizar los efectos del turismo de masas en las grandes ciudades y determinados enclaves de costa.
Propone destinos más locales, como pueblos o zonas de interior como una alternativa más tranquila en los que, además, se suelen ofrecer experiencias de viaje más personalizadas.
Además, en los deplazamientos a estos destinos menos populares se incrementa el consumo de productos locales, lo que ayuda a desarrollar la economía local y a mantener la autenticidad del lugar.
Un reciente estudio de Booking.com, en el que analiza las tendencias de viajes para 2020, prevé también un aumento de los destinos secundarios entre las prioridades de los viajeros en este año. El informe sostiene que la idea de ir a lugares menos conocidos persigue, entre otros fines, reducir el exceso de turismo y proteger el medio ambiente.
Detalla que e 54% de los viajeros globales quiere hacer algo para ayudar a reducir el turismo excesivo, mientras que el 51% estaría dispuesto a cambiar su destino original por uno menos conocido, pero similar, si ello redujese su impacto medioambiental, según se recoge en dicho documento.
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Hosteltur: “Subturismo, la tendencia de viajes que plantea huir de destinos masificados”.