Deltaic es un proyecto de turismo responsable, ubicado en el Delta de l’Ebre, creado bajo criterios de sostenibilidad y con una motivación cultural ambiciosa. “Semillas para un mundo mejor” es la síntesis de su misión. Trabajan a través del ecosistema que han conformado a partir de personas, empresas, iniciativas culturales e instituciones afines a sus valores y en su mayoría de Les Terres de l’Ebre. Su objetivo fundamental es promover un estilo de vida saludable y con valores para generar un impacto positivo sobre las personas, el territorio y el medio ambiente. Promueven sinergias con todos los integrantes de su ecosistema con el objetivo de que se transformen en acciones reales de cambio. Te invitamos a saber más sobre este proyecto de la mano de su CEO, Daniel Montoya.
Laura: ¿Cómo ha sido el proceso de creación de este ecosistema de agentes afines a vuestros valores?
Daniel: Al inicio del proyecto hicimos una prospección minuciosa para detectar aquellos actores que existían en el territorio que de una manera u otra compartieran valores e intereses. Sobre la base inicial de esta primera búsqueda hemos ido sumando a más gente, empresas, etc. a medida que hemos ido desarrollando el proyecto. Lo cierto es que una vez se conforma el ecosistema inicial, los canales para encontrar nuevas alianzas se multiplican. En la actualidad, es hasta sorprendente ver la cantidad de gente con la que tenemos relación, colaboramos, trabajamos…
Laura: ¿Qué encontrarán los visitantes en Deltaic? ¿Qué es lo que lo diferencia de otros proyectos turísticos similares?
Daniel: Van a encontrar 6 alojamientos para sentirse cómo en casa cuando visiten el Delta de l’Ebre, con sala de estar, cocina y 2 dormitorios, todos con vistas al paisaje y balcón, y un baño. Dos de ellos son áticos con una segunda planta diáfana para usar como estudio o como tercer dormitorio y con dos grandes terrazas con unas vistas espectaculares. En la planta baja tenemos un gran patio al aire libre y el bar-restaurante, abiertos al público en general, para desayunar o cenar a base de productos locales, en su mayor parte ecológicos, y con un 80% de los platos de cocina saludable de dieta mediterránea y ovo-lacto-vegetariana.
Lo que nos caracteriza respecto de otras opciones es que por un lado, todo lo descrito anteriormente ha sido diseñado y creado bajo criterios de sostenibilidad, tanto en los materiales utilizados (colchón de materiales 100% naturales y orgánicos, cortinas de lino orgánico, ropa de cama y toallas de algodón, lavandería ecológica, eco-wifi, maderas naturales, pinturas eco certificadas, etc), como en la procedencia de los mismos (buscando siempre la alternativa más local posible). Por otra parte, nuestro bar-restaurante y el patio, no sólo son un punto de encuentro gastronómico sino que promovemos acciones culturales con un calendario de eventos que incluye desde charlas para practicar idiomas, eventos de diferentes festivales que se hacen en la región (Deltebre Dansa, Terres Festival…), talleres, y otras actividades lúdico-culturales, ligados siempre a nuestros valores y filosofía. Promovemos también las acciones de artistas emergentes y se pueden encontrar intervenciones artísticas en los apartamentos, en nuestra fachada, en el patio…
Finalmente, de cara a las personas que se albergan en los alojamientos, hacemos un acompañamiento muy personalizado desde el momento en que reservan su estancia y les ayudamos a organizarse para que, en función de sus preferencias, disfruten al máximo de su estancia en el Delta y en Deltaic, a través de todo tipo de información, servicios y actividades alineados siempre con nuestra filosofía.
Laura: Esta apuesta por lo local y la creación de este ecosistema de agentes afines a los valores de Deltaic del que hablábamos antes, ¿cobran aún mayor importancia en un territorio tan singular y característico como el Delta de l’Ebre?
Daniel: De hecho, el proyecto de Deltaic se gestó sin tener una ubicación predeterminada. Creemos que es una idea que se puede desarrollar en cualquier lugar donde existan o puedan generarse esas alianzas. Incluso sin que tenga que ser en el ámbito rural o relacionado con espacios naturales. En nuestro caso, en el momento de escoger el lugar donde desarrollar nuestro proyecto, la primera opción fue precisamente en un ámbito urbano, pero por diferentes motivos no llegó a materializarse. A posteriori, después de valorar diversas alternativas, el potencial que descubrimos en el Delta de l’Ebre nos cautivó. A parte de tener unos parajes naturales increíbles y muy singulares, y de contar con unas gentes abiertas y con un arraigo a sus tradiciones y a su manera de hacer encomiables, es cuna de muchísimos emprendimientos sostenibles que facilitan generar ecosistemas como el nuestro. A pesar de que buena parte de sus habitantes lo desconoce, Terres de l’Ebre es una de las regiones europeas donde se producen o elaboran más familias diferentes de productos con certificación ecológica, en concreto más de 25 familias de productos como pueden ser el aceite, el vino, la fruta, las verduras, carne, miel, infusiones, etc. Además todo hay que decirlo, las administraciones públicas, ya sea por si mismas o gracias a la presión popular, están muy concienciadas en trabajar de forma conjunta a nivel turístico sobre modelos de ecoturismo sin caer en la tentación de promover y desarrollar otros modelos turísticos más especulativos.
Laura: En este sentido, ¿os habéis sentido respaldados por las administraciones públicas a la hora de desarrollar vuestro proyecto?
Daniel: Tampoco es que hayamos recibido un apoyo específico hasta el momento, pero la verdad es que palos en las ruedas no nos hemos encontrado. ¡Y eso ya es mucho! Como decía antes, lo más importante respecto de las administraciones públicas (Ayuntamientos, Diputación, Consell Comarcal…) que tienen competencia sobre el Delta, es que tienen claro el modelo turístico que quieren. Aunque luego la aplicación de esa voluntad sea compleja, sí que facilita mucho tener las ideas claras de cara a la visión que se proyecta y promueve del territorio.
Laura: ¿Cuál ha sido el mayor reto al que os habéis enfrentado a la hora de desarrollar el proyecto?
Daniel: Nuestro proyecto se compone de diversas líneas de trabajo que por si mismas podrían tener camino propio como el restaurante, los alojamientos o los eventos que organizamos. Explicar que todo forma parte de un mismo proyecto de ecoturismo es una de las tareas más complejas a la que tenemos que enfrentarnos. Intentamos comunicar lo que hacemos para que se entienda que nuestra propuesta es un proyecto que lo engloba todo y que todas esas experiencias que ofrecemos tienen el mismo objetivo de plantar “semillas para un mundo mejor”. Y no es sencillo. Deltaic no es solo un hotel sostenible o un restaurante ecológico. Es un proyecto de ecoturismo desde el que proyectamos un replanteo de nuestros hábitos y de nuestra manera de estar y de ser en el mundo actual, de mostrar cómo las cosas se pueden hacer de otra manera, de plantear cuestiones que la inercia del devenir diario nos dificulta.
A otro nivel, hay otros aspectos que muy a nuestro pesar son también un reto de tamaño considerable. Hablo de todo lo relacionado con las vertientes legal, fiscal y laboral. Es decir, aspectos que no son la razón de ser del proyecto y en las cuales se ha de invertir mucho esfuerzo y recursos. Suena a tópico pero es una realidad que las leyes están hechas sin tener en cuenta el tamaño de las empresas y con un desconocimiento absoluto de lo que supone emprender e iniciar un proyecto de cero.
¡Muchas gracias Daniel! Recuerda que puedes seguir a Deltaic en Facebook e Instagram.