El Covid-19 ha impactado duramente al turismo. Las previsiones eran muy prometedoras para 2020, la OMT previa un crecimiento del 4% con respecto a 2019 y ahora estima una caída entre el 20% y un 30%.
La incidencia del brote del COVID-19 se hará notar en toda la cadena de valor del turismo. El Secretario General de la OMT, Zurab Pololikashvili, subraya además que “las pequeñas y medianas empresas constituyen alrededor del 80% del sector turístico y están particularmente expuestas, siendo millones las personas, muchas de ellas en comunidades vulnerables, para las que el turismo es su medio de vida”.
La pandemia ofrece un tiempo único para reflexionar, recopilar datos y actuar con determinacióncon nuevas propuestas hacia un futuro incierto pero nuestra enorme capacidad de adaptación y resiliencia que es la mejor herramienta estratégica que cuenta el turismo.
La recuperación a la normalidad de la actividad a nivel mundial, si podemos decirlo así, dependerá del fin del confinamiento de cada país y del plan de coche establecido en cada uno de ellos para revitalizar la economía y asegurar la seguridad sanitaria.
En el mercado europeo, la recuperación del sector turístico se prevé inicialmente que sea en forma escalonada en 3 fases: Viajes domésticos (viajar dentro del propio país), luego los regionales (viajar dentro de Europa) y finalmente la larga distancia (más allá de las fronteras europeas) según informes de Deloitte Consulting y la Consultora DNA Turismo y Ocio.
En la primera fase, los viajes domésticos serán turistas nacionales que harán viajes cortos (1 a 3 días, o máximo 5 días), en cochea destinos turísticos cercanos a la residencia o regionales, que hayan evolucionado favorablemente y que sepan comunicar con rigor confianza a los turistas. El movimiento del turístico domestico se estima que empiece a comienzos de junio y aquellos regionales de ámbito europeo (internacional) empiece animarse a principios de diciembre.
Por la crisis que estamos sufriendo se intuye que los turistas buscarán servicios y productos turísticos en donde se sientan seguros (ya lo llaman “libre de Covid-19”) zonas y actividades menos masificadas. Una gran parte de estos clientes valorarán más que nunca aquellas prácticas más locales y sostenibles. Como efecto de una cierta toma de consciencia sobre nuestro estilo de vida como sociedad y las prioridades personales hacia un comportamiento más respetuoso hacia el entorno.
La consultora DNA Turismo y Ocio en su último informe del impacto del Covid 19 apunta que “las actividades y experiencias que más rápido se recuperarán son las de turismo rural y naturaleza, al prestar sus servicios en un espacio abierto y natural acorde con los nuevos comportamientos y actitud de la demanda turística donde primará la sensación de soledad, seguridad, contacto con la naturaleza y la no masificación”
En resumen, los datos sugieren que los destinos deberán centrarse en realizar campañas de comunicación y promoción a nivel local y nacional potenciando valores positivos que aportan reputación, tales como:
“Naturaleza, Confianza, Seguridad Sanitaria, Salubridad de los Servicios, Sostenibilidad y Responsabilidad”
Asimismo, considerando el pronóstico de la consultora DNA Turismo y Ocio los destinos que más rápido se recuperarán serán aquellos que “tengan un portafolio de ofertas y experiencias basadas en productos al aire libre y en contacto con la naturaleza”. Como también, aquellos destinos que trabajan con proveedores de servicios sanitarios para ofrecer seguridad a los turistas en destino.
En este escenario, en España es crucial potenciar todos los proyectos e iniciativas de turismo de naturaleza y ecoturismo que se vienen desarrollando con muchísimo esfuerzo en diferentes lugares del país para dinamizar y fortalecer las economías locales y fijar población. Vivo ejemplo de ello es Revivir Lanzarote proyecto que busca posicionar el ecoturismo como un producto turístico vivencial y transformador en la reserva de la Biosfera.
Pero, también, es un tiempo para re-pensar e innovar hacia nuevos productos que potencien el turismo de interior basado en la riqueza del patrimonio natural y cultural de los pueblos. Poniendo en valor las tradiciones, las costumbres sociales, modos y usos del territorio, la gastronomía tradicional de un modo amigable, responsable y justo.
Pablo Martinola, presidente de Ecopicos, acierta al recordarnos que “la población local, sus costumbres, productos, es decir, tanto los pastores, como queseros, agricultores, sidreros, etcétera, son centrales en el diseño de propuestas turísticas. Tienen mucho conocimiento que transmitir y que añade un gran valor a los productos que elaboran”.
Esto nos invita, por medio de la tradición e innovación, diseñar experiencias gratificantes en donde los turistas se sientan seguros y disfruten de la naturaleza; fruto del dialogo con la población local experiencias vivas que podemos etiquetar como “paisajes con alma”.
Entiendo diseñar experiencias turísticas como “paisajes con alma” aquellos productos que nacen de identificar los recursos patrimoniales (cultural y natural) y, también sociales, con potencial turístico y atracción comercial con implicación de la población local; como activo en el proceso decisorio de diseño, ejecución y gestión de las experienciasturísticas.
- Las experiencias “paisajes con alma” potencian la asociatividad entre personas y empresas locales para generar productos con un mayor valor añadido en la experiencia final.
- Las experiencias turísticas “paisajes con alma” enaltecen las características singulares de los lugares enseñando paisajes vivos y no entornos teatralizados que merman su carácter por banalización y empobrecimiento de su contenido y significado real.
- Las experiencias “paisajes con alma” hablan de la identidad y carácter de los lugares y sus gentes tienden a superar las expectativas de los turistas para retenerlos a través de su satisfacción.
- Las experiencias “paisajes con alma” fomentan re-conectar a los turistas con la naturaleza favoreciendo experiencias vivenciales, sensoriales y espirituales por el poder de restauración mental del paisaje.
- Las experiencias “paisajes con alma” son conscientes de que el paisaje es un recurso frágil y que son co-responsables de su supervivencia. Actúa con responsabilidad para que todas las partes implicadas en la cadena de valor sean eficientes en términos de sostenibilidad.
Pasemos a la acción creando experiencias “paisajes con alma” que doten a los destinos de interior contenido de sostenibilidad y responsabilidad, permitiendo que los turistas alcancen una experiencia de calidad, en entornos seguros, saludables y atractivos. En donde, la población local se beneficien con su visita y que la solidaridad que respiramos hoy sea un aliciente para comprometernos con el destino de nuestros paisajes.