Desde que en 2017 decidimos dedicarnos al consumo de plásticos de uso único, hemos hablado con el personal de varios hoteles de todo el mundo para obtener más información sobre los desafíos que deben enfrentar a la hora de reducir o eliminar este material de sus operaciones diarias.
A medida que aumenta la presión del público y que cada vez más países prohíben las bolsas y pajitas de plástico, muchos hoteles se encuentran en una posición sumamente difícil, ya que desean hacer el cambio, pero encontrar alternativas adecuadas y de fácil obtención que se ajusten a su presupuesto o al perfil demográfico de sus huéspedes resulta más complicado de lo que imaginaban.
A juzgar por las conversaciones que hemos tenido con cientos de gerentes y empleados, todos los hoteles, desde hostales que ofrecen alojamiento y desayuno hasta enormes complejos con todo incluido, deben enfrentarse a obstáculos muy parecidos cuando se trata de reducir el consumo de plásticos de uso único.
1) Envases y envoltorios
Los hoteles son grandes compradores de productos en general. Los motivos que se encuentran detrás de estas decisiones de compra varían según el lugar, el perfil demográfico de los huéspedes, la temporada, la disponibilidad y los requisitos de las marcas, pero existe un denominador común: toneladas de envases y envoltorios.
Por sí solos, los envases y envoltorios pueden representar hasta el 40 % del flujo de residuos de los hoteles y, en algunas ocasiones, es claro que son completamente innecesarios. Pero ¿es posible que los hoteles usen la significativa influencia que tienen sobre las cadenas de suministro para fomentar cambios positivos?
Hace poco hicimos entrevistas en varios hoteles de Gran Canaria y descubrimos que solo uno de ellos ha implementado una política de compras que contempla la reducción de envases y envoltorios. Algunos han hablado con sus mayoristas o directamente con sus proveedores para consultar sobre la posibilidad de usar envases retornables, sobre todo para los artículos de limpieza líquidos, pero han encontrado considerable resistencia, y eso detiene el proceso.
Varios hoteles hacen lo que pueden con los recursos que tienen a su alcance. Por ejemplo, usan garrafas retornables de 20 litros en los bebederos que se encuentran en las áreas comunes, y la mayoría de los hoteles ofrece agua, cerveza y gaseosas en botellas retornables de vidrio, pero eso es todo.
Un hotel particularmente comprometido con la causa quedó atónito ante la sorpresa de sus proveedores y mayoristas cuando les pidieron opciones de envases que no fueran de plástico o que pudieran retornarse. Finalmente, ellos mismos tuvieron que buscar otras alternativas, y rescindieron sus contratos con empresas que no podían o no estaban dispuestas a apoyarlos.
La presión que el público ejerce sobre las empresas para reducir o eliminar los envases y envoltorios de uso único continúa aumentando y, con cada vez más alternativas en el mercado, los hoteles no pueden esperar indefinidamente antes de recurrir a otros proveedores y mayoristas que se adapten a sus objetivos de reducción de plástico. Si los hoteles no piden alternativas, solo las empresas más innovadoras serán las pioneras, y los proveedores tradicionales podrían quedar atrás.
Los hoteles más grandes y los grupos hoteleros pueden tener influencia suficiente como para iniciar un cambio en las políticas de compra que, a su vez, produzca un impacto en las cadenas de suministro más amplias que otros hoteles también utilizan. A medida que las opciones se conviertan en alternativas viables con fabricación a mayor escala, se espera que haya productos disponibles a precios razonables para que muchas más empresas hagan el cambio.
Comprar productos locales es una excelente forma de trabajar de manera directa con los productores, no solo para eliminar los envases y envoltorios, sino también para reducir la distancia que los productos deben recorrer para llegar a los consumidores. Además, esto puede formar parte de una excelente historia de conservación. Desafortunadamente, en islas como Gran Canaria, el costo que implica esta medida puede ser prohibitivo para muchos. En comparación con otras áreas agrícolas de gran extensión, las tierras disponibles son muy limitadas; tan es así que comprar frutas y verduras envasadas provenientes del otro lado del mundo puede ser más económico que comprarlas al productor local que se encuentra a solo 20 o 30 kilómetros de distancia. Si bien comprar de proveedores locales parezca ser la mejor opción, no todos los hoteles pueden hacerlo. En resumidas cuentas, el panorama es complicado, pero eso no significa que no debemos intentar cambiarlo.
Para obtener resultados rápidos, intente implementar cambios sencillos para reducir o eliminar los envases y envoltorios más innecesarios:
· kits de costura envueltos en plástico
· vasos de plástico envueltos en plástico en el baño
· bolsitas de té selladas en plástico
· cubiertos de plástico envueltos en plástico
· pajitas envueltas en plástico
A menudo, los hoteles no se dan cuenta de la cantidad de plástico innecesario que utilizan en sus operaciones diarias hasta que implementan tácticas de medición y control. Esto no tiene por qué ser complicado: nuestro Kit de herramientas de reducción de uso único hace que este proceso sea claro y directo.
2) Artículos de baño
Es muy probable que, al revisar los estantes del tocador, encontremos varios artículos de baño escondidos en la parte de atrás. ¡Se les prometieron tantos viajes emocionantes, pero nunca abandonaron los oscuros confines del tocador! Esto sucedió en la casa de mis padres cuando se mudaron: en un cajón de la cocina, encontramos jabones y artículos de baño que trajeron de sus vacaciones durante los últimos 30 años.
Estos productos son bien recibidos y considerados absolutamente necesarios por las personas que viajan por períodos cortos y solo llevan equipaje de mano. Sin embargo, tal vez nunca son usados por los veraneantes que se hospedan entre 7 y 14 días. De todas maneras, estas personas se los llevan consigo como un recuerdo gratuito de su estadía (y los guardan en el tocador).
Muchos hoteles están comenzando a ver las desventajas de los envases plásticos en miniatura. Además del dinero que gastan en su compra (que puede superar los 5000 EUR por año en el caso de un hotel de 100 habitaciones con una ocupación promedio de plazas), los deben almacenar, y el personal de limpieza debe reemplazarlos constantemente (aun cuando ni siquiera están vacíos) para luego desecharlos, ya que es poco probable que se los recoja del cesto de residuos del baño para que se los pueda reciclar. De esta manera, terminan en el vertedero, pero hay otras opciones.
Durante años, los hoteles han usado dosificadores de pared. Los que están más al día ahora están incluyendo mensajes innovadores para que sus clientes participen activamente en las iniciativas de reducción de plásticos, en lugar del mensaje genérico “Cuide el medioambiente”, que las personas suelen ignorar. Es cierto que, en comparación con los envases en miniatura, estas opciones disminuyen la cantidad de desechos y reducen significativamente los costos. Aunque los repuestos vienen en botellas no retornables de 5 litros, si existe la infraestructura adecuada, estas al menos se pueden colocar en los contenedores de reciclaje.
Cada vez más proveedores de artículos de aseo personal sin plástico ingresan al mercado. Si bien en algunos casos ofrecer estos artículos gratis a los huéspedes puede ser prohibitivo para el hotel, se pueden poner a la venta en tiendas minoristas, spas o boutiques dentro del mismo hotel.
Algunas empresas, como BeautyKubes en el Reino Unido, están lanzando productos en tamaños para hoteles y, al mismo tiempo, venden sus productos al por menor. Otras ofrecen “remanentes de jabón”, que son restos de barras de jabón más grandes que no se pueden envasar y vender, pero que podrían ser ideales para los baños de los hoteles donde la estadía promedio sea de una o dos noches. Cloud Cloth es una fantástica alternativa para hoteles de lujo que deseen ofrecer opciones de aseo de primera calidad, y Plaine Products, en Estados Unidos, ofrece artículos de aseo personal en envases recargables y retornables.
En nuestra guía GRATUITA de introducción a la reducción de plásticos en los hoteles, que se puede descargar aquí, encontrará una excelente alternativa de costo cero para reducir los productos plásticos de aseo personal en miniatura.
3) Percepción del cliente
En los últimos tiempos, este ha sido uno de los temas fundamentales de debate entre los hoteleros, y me parece que todos creemos saber lo que desean los clientes sin haberles preguntado primero.
Recientemente hicimos una encuesta sobre los artículos de aseo personal en miniatura a través de una página personal de Facebook y, si bien por este motivo la muestra era muy pequeña, los resultados revelaron que el 66 % de las personas no usa los artículos en miniatura (ya sea porque estas personas prefieren los dosificadores en la ducha, traen sus propios artículos de aseo personal, se oponen al uso de plástico o no confían en la calidad de los productos), el 9,5 % los colecciona y, por lo tanto, se los lleva consigo, el 9,5 % los usa porque viaja con equipaje de mano y el 14 % los usaría si solo viajara por una noche o un fin de semana, pero no durante unas vacaciones de 7 o 14 días.
Esto indica que los hoteles aún deben cumplir con las expectativas de los huéspedes a los que les gusta usar los artículos de aseo personal, pero sabemos que pueden lograr esto y, al mismo tiempo, ahorrar dinero y reducir el uso de plástico si siguen los consejos que se encuentran en nuestra introducción GRATUITA: la comunicación es fundamental.
A los hoteles les preocupa que los huéspedes se quejen si no se les ofrece determinados artículos o si las cosas no se hacen de acuerdo con sus expectativas. Sin embargo, en muchas ocasiones nunca se pide la opinión de los clientes.
Recuerdo una conversación que tuve hace muchos años con el gerente de un hotel y su encargada de limpieza. Intentábamos identificar formas de reducir el consumo de agua y electricidad, y yo sugerí que solo se cambiara una de las sábanas; es decir que, siempre que no estuviera sucia, se utilizara la sábana superior (que solo se usa para cubrir a la persona) para reemplazar la sábana inferior y se suministrara solo una sábana nueva. De esta manera, se reduciría inmediatamente a la mitad la cantidad de sábanas para lavar.
El gerente del hotel se horrorizó, ya que creía que los huéspedes sin duda se quejarían, pero le pregunté si podíamos intentarlo. Cuando le pidió su opinión a la encargada de limpieza, ella dudó antes de responder, pero finalmente admitió que su equipo había empleado este método durante dos años, ya que no tenían suficientes sábanas para que se cambiaran todas al mismo tiempo y no quería pedir más. Si bien me desilusionó no poder generar nuevos ahorros de agua y energía, me alegró mucho saber que los huéspedes no se habían quejado. Se había asumido algo que no era cierto.
Los gerentes también temen que los huéspedes los acusen de tratar de ahorrar dinero. Es por eso que la comunicación es sumamente importante. Si los hoteles transmiten un mensaje personal y significativo en lugar de genérico y les explican a sus huéspedes los motivos de las políticas vigentes, promueven el cambio positivo que se puede lograr y ofrecen alternativas de apoyo, es más probable que los huéspedes los acompañen en la transición.
Nos hemos convertido en animales de costumbres, pero con tiempo y esfuerzo, estas costumbres se pueden modificar. Así como hemos condicionado a las personas para que esperen encontrar artículos de aseo personal en miniatura en los baños de los hoteles (algunos estándares de calidad incluso lo exigen: esto es algo que creemos que deberán modificar muy pronto), para que piensen que el inodoro de su hotel no está limpio a menos que un envoltorio plástico lo asegure y para que crean que los vasos del baño están limpios si su envoltorio plástico indica que han sido desinfectados (lo cual, en muchos casos, ni siquiera es cierto),
podemos condicionarlas para que esperen la eliminación de los plásticos de un solo uso si nuestros mensajes apoyan este objetivo.
¡El obstáculo más grande para producir un cambio es esperar a que alguien más lo haga!
Para obtener más información, visite www.travelwithoutplastic.com o envíenos un correo electrónico a [email protected].
Este artículo es una traducción realizada por nuestra colaboradora Eugenia Puntillo. Puedes encontrar el original en el blog de Travel Without Plastic: Top 3 challenges hoteliers tell us they face in reducing single-use plastic.