Aunque el turismo es una importante fuente de ingresos y empleo para Brasil, poco se ha problematizado sobre el nivel de precarización de las ocupaciones en el turismo por parte de la academia y los medios de comunicación. La precariedad del trabajo no es algo nuevo, pero hay un cierto desconocimiento sobre esta característica del trabajo en el mundo capitalista dentro del área del turismo, que es comúnmente fetichizado.
Un breve análisis del perfil de la clase trabajadora del turismo puede dar pistas sobre esa precariedad. En este artículo presento algunos datos procedentes del Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (IPEA). Es importante subrayar que el IPEA sólo mide la empleabilidad formal del sector en el país. Y esa dimensión ya es la primera característica de la precariedad del trabajo en el turismo. Según las estimaciones del Instituto, la formalidad de las ocupaciones en el sector representa sólo el 43% del total de las ocupaciones en el turismo. Esto significa que el 57% de los trabajadores no tienen un contrato de trabajo firmada y no tienen ningún derecho laboral, como vacaciones remuneradas, descanso semanal y seguro de desempleo.
En el ámbito del trabajo formal, en Brasil tenemos cerca de 2 millones de empleados en actividades vinculadas al turismo. La gran mayoría de los trabajadores de turismo (90%) trabaja más de 41 horas por semana. Este número de horas entra en la jornada permitida por la legislación brasileña, es decir, las 48 horas semanales (44 horas regulares + 4 horas de hora extra), sin embargo no se contabiliza el segundo empleo, normalmente informal, llamado “bicos”, que ayuda a complementar su renta.
Finalmente, la remuneración media de los trabajadores es la que más confirma la precariedad en el trabajo turístico en Brasil. Según la IPEA, la remuneración media pagada en el sector turístico es de 2.286 reales (517 euros). Las menores retribuciones son pagadas por los subsectores de alimentación (1.226 reales o 277 euros) y alojamiento (1.476 reales o 334 euros). La mayor remuneración es pagada por el transporte aéreo, que tiene un salario medio de 5.529 reales (1.251 euros).
Los datos de formalidad, jornada de trabajo y remuneración aquí presentados muestran parte de las condiciones de trabajo del turismo en Brasil. Sumadas a éstas, dimensiones como baja organización sindical, baja cualificación y trabajo exhaustivo, evidencian porqué el trabajo turístico en el país está marcado por una profunda precariedad.
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Albasud: “Un panorama sobre la precarización del trabajo turístico en Brasil”.