Antonela Brianese ha recorrido junto con su marido más de 36 países, hasta terminar en Australia, país donde se encuentra actualmente. Este ímpetu viajero es para Antonela fundamental para poder realizar su trabajo: asesorar en medioambiente y Turismo Sostenible, ya que no todo se aprende únicamente de la teoría.
En esta entrevista, Jennifer Peral habla con esta emprendedora sobre su consultoría ambiental, VitruBio Soluciones Ambientales, los retos globales a los que se enfrenta el sector turismo y su visión personal sobre temas ambientales y de actualidad.
Jennifer: ¿Cómo surge Vitrubio?
Antonela: Como todo emprendimiento el surgimiento de Ambiente Vitrubio fue un proceso. Desde que comencé a estudiar Ciencias Ambientales soñaba con tener mi propia empresa, pero al principio en mis años de estudiante no era más que un sueño.
Finalizados mis estudios y con varios años de trabajo en otras empresas y consultoras decidí comenzar con VitruBio. Durante un viaje largo por Europa, recuerdo haber decidido el nombre. Puesto que el hombre de Vitruvio es símbolo de equilibrio, de proporción perfecta, fue mi inspiración para la elección del nombre , aunque con algunas variantes claro.
La gestión ambiental busca el equilibrio entre la naturaleza y las personas, entre los impactos de hombre y el medio ambiente, por eso es que decidí ponerle VITRUBIO, jugando con el sufijo BIO indicando esa conjunción de hombre-naturaleza, y cómo no podía ser menos, VitruBio está dirigido por una mujer, en un campo laboral donde muchas veces son mayoría o preferencia los hombres, por ende el logo de VitruBio, es una mujer en equilibro con la naturaleza, esa es mi esencia y por tanto la de mi proyecto también.
Jennifer: ¿Qué te llevó a formar tu propia consultoría ambiental?
Antonela: Lo que me llevó a formar VitruBio fueron las ganas de tener un empleo en el que pudiera ejercer libremente mi profesión bajo los límites de mi ética, sin presiones sobre qué quieren mis jefes que escriba, o discusiones con clientes que pretenden que uno haga los informes ” light”(cosa común en las ciencias ambientales).
Siempre busco lo mejor para mis clientes a nivel económico, pero prolongado en el tiempo, logrando que los proyectos sean rentables a largo plazo y beneficiosos también para el ambiente, ya que mi profesión trata de eso, de bregar por la salud del ambiente, por encuadrar los proyectos dentro de las leyes que protegen los recursos naturales etc.
Jennifer: ¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado en Turismo Sostenible?
Antonela: No se si puedo elegir uno, pero creo que la explotación de la fauna silvestre en el turismo es una, la utilización de animales en cautiverio es una de las más difíciles. También el uso de plásticos descartables es otro gran problema que lo he visto en todas partes del mundo, especialmente en Asia.
Que el turista reciba una bolsa cada 5 minutos, sorbetes, vasos plásticos, botellas de agua, cubiertos, frutas y verduras envueltas en nylon y telgopor sin necesidad alguna, es otro grave problema, tanto del que lo ofrece como del que lo acepta. Por ende el mayor reto siempre es la concientización, la educación y la difusión del turismo responsable y amigable con el ambiente.
Jennifer: ¿Has tenido ocasión de observar en alguno de tus viajes esa explotación de la fauna silvestre o has presenciado la utilización de animales en cautiverio?
Antonela: Lamentablemente en la mayoría de los países que he visitado hay zoológicos con animales en cautiverio, acuarios que brindan espectáculos etc, quizás en los países del Sudeste Asiático, al tener ecosistemas como las selvas se ve en mayor cantidad de explotación de fauna. Las ofertas para los turistas son variadas, desde andar en el lomo de elefantes, espectáculos donde los mismos masajean las espalda de turistas con sus patas o pintan, alimentar tigres, posar con serpientes, lemures, murciélagos gigantes (Acerodon jubatus) sólo por mencionar algunos.
Otra situación de explotación, quizás no de cautiverio, pero que igualmente causa un impacto sumamente negativo en el ambiente, son las excursiones con miles de turistas haciendo snorkeling y/o buceando incorrectamente en lugares donde se supera ampliamente la capacidad de carga del lugar, dañando corales, alimentando fauna marina ( tiburones ballena, tortugas), tomando estrellas de mar para tener ” la foto de instagram”, llevándose bolsas enteras de caracoles y corales bonitos de la orilla del mar ..etc.
Sólo por hablar de explotación de recursos naturales y sin mencionar la explotación turística que sufren muchas comunidades aborígenes y gente local.
Jennifer: ¿Qué opinas del papel que tienen las redes sociales en el turismo de animales?
Antonela: Sabemos que en la actualidad, las redes sociales juegan un papel importante en la vida de las personas, especialmente los más jóvenes, ya que la gran mayoría las utilizan para socializar, actualizarse, mirar tendencias, divertirse y por qué no informarse.
Puntualmente la iniciativa que ha tomado Instagram, me parece muy positiva, alertar con un mensaje de advertencia a las personas que busca hashtags como #koalaselfie o #slothselfie implica que, a pesar de que ya se sacó la foto, la persona reflexione acerca de esa conducta y su futura publicación, para que no se repita en el futuro, o para que la difunda entre sus conocidos.
Las redes sociales en el turismo de animales, como internet en general son herramientas que pueden resultar de extrema utilidad para educar y difundir, llegando a todos los rincones del mundo o por el contrario para desinformar y alentar malas conductas. Dependerá también de lo que el consumidor busque, de la seriedad de las fuentes que generen esa información y de las administraciones de las redes, quienes avalarán o no la difusión de dichos contenidos.
Jennifer: De todos los países que has visitado ¿dónde has visto una mayor conciencia en torno a la contamición por plástico ¿y el que menos?
Antonela: Sin dudarlo los países del Norte de Europa son muy rigurosos con el uso de plásticos, productos orgánicos etc. Mismo aquí en Australia, dónde me encuentro actualmente, también lo son y más aún con los productos de limpieza ecológicos, hay mucha variedad, más que en Europa.
Por el contrario, Asia tiene muchos problemas con el uso excesivo del plástico, países como Tailandia, Vietnam, Camboya, hacen un uso indiscriminado de las bolsas plásticas, vasos, cubiertos descartables, envoltorios y sorbetes sin necesidad.
La falta de políticas públicas que reduzcan el uso y alienten la separación y correcta disposición, hacen que esos plásticos terminen en el océano, contaminando y provocando la muerte de miles de especies.
Jennifer: A lo largo de tu carrera profesional (y viajera), ¿qué iniciativas sostenibles te han llamado la atención?
Antonela: Hay muchas que no tienen que ver con los plásticos, por ejemplo en la casa donde vivimos en Dinamarca (que era en el campo, ni siquiera en la capital) , teníamos en el desagote de la pileta de la cocina, un triturador de restos orgánicos, que por una cañería conducÍan a una planta productora de fertilizantes y energía a partir de los gases producidos.
Allí, nos pagaban por devolver las botellas plásticas y las latas de industria nacional. Las bolsas de supermercado plásticas, eran grandes y resistentes, no de uso simple, por lo cual si te olvidabas la tuya de tela, debías pagar en el supermercado más de 40 céntimos por cada una.
Jennifer: Y el reciclado, ¿crees que la educación ambiental juega un papel fundamental en este tema?
Antonela: En mi opinión, la falta de educación es la razón a la mayoría de los problemas sociales , por lo cual creo que la ausencia de ella tiene mucho que ver con nuestra conducta en relación a los residuos. No sólo con el reciclado o la separación en casa, sino también en conductas de minimización, rechazo de ciertos productos como plásticos descartables, la composta entre otros. Sin dejar de lado la responsabilidad de los estados, los cuales tienen la obligación de educar a respecto, legislar, gestionar políticas públicas.