Instituciones de cinco regiones vecinas -Cataluña, Andorra, País Vasco, Languedoc-Rosellón y Aquitania- presentaron hace una década la Ruta del Hierro de los Pirineos con el objetivo de mostrar su patrimonio industrial mediante un itinerario común en torno a la siderurgia.
Los promotores han dado un paso más en el proyecto constituyéndose administrativamente como una entidad con Estatutos propios, Junta Directiva y Comité Científico. Pero lo que es más importante, aprobando un presupuesto para el período 2018-2020 que garantiza su viabilidad. Los próximos pasos de su plan de acciones es la creación de la página web, la instalación de la señalización conjunta del Itinerario europeo y la edición de los materiales de difusión.
La huella que ha dejado en los Pirineos la larga tradición industrial lo han convertido en un recurso turístico para explotar. Los paisajes y los pueblos están influenciados por las minas, los hornos, las forjas y los edificios industriales que protagonizaron una parte importante de la actividad económica de la región pirenaica.
Tres espacios patrimoniales industriales catalanes se han incorporado a la ruta: el Museo de las Minas de Cercs (Barcelona), la Farga Palau de Ripoll (Girona) y el Alto horno de Anglès (Selva).
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Comunicatur: “Crece la ruta transfronteriza para promover el turismo industrial en los Pirineos”.