Santorini es por excelencia paradigma de la belleza del mar Egeo. Con dos millones de turistas al año es, después de Mikonos, el destino predilecto en Grecia. Ahora, esta perla volcánica ha lanzado la voz de alarma y quiere poner un techo a las visitas anuales, emulando en cierta manera a las Baleares.
Atascos permanentes en carreteras donde coches se entremezclan con motos, camiones y hasta mulas; problemas en el abastecimiento de agua potable o de electricidad, así como en la gestión de los residuos son algunos de los síntomas de la saturación que padece esta isla desde hace años.Santorini no ha podido hacer frente al crecimiento exponencial del número de habitantes permanentes -desde 6.200 en 1971 hasta 25.000 en la actualidad- y a la llegada de unos dos millones de turistas anuales.
Una de las primeras medidas para atajar la situación ha sido limitar el número de cruceros diarios que pueden amarrar en la isla, una iniciativa que ya ha empezado a funcionar a modo de programa piloto y que estará plenamente operativo en 2019. El objetivo es limitar a 8.000 las llegadas diarias de turistas de crucero -en la temporada alta alcanzan los 18.000-. Esto supone reducir el número a unos cuatro al día en lugar de los siete a ocho actuales.
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Cerodosbe: “Santorini pide poner techo al turismo”.