España ha conseguido situarse como uno de los principales destinos turísticos a nivel internacional siendo el tercer estado que más visitantes recibe, gracias a los 68 millones de turistas que pernoctan en las ciudades españolas cada año. No obstante, estas cifras récord no siempre implican efectos positivos en el país. De hecho, el aumento de los alquileres residenciales en ciudades como Madrid y Barcelona, el deterioro de entornos naturales o el cierre de los comercios tradicionales son solo algunas de las consecuencias de la oferta de turismo low cost y masivo. Una realidad que evidencia la necesidad de una transformación del sector hacia una propuesta responsable y de calidad, para un turismo sostenible.
El propio sector reclama calidad ante cantidad, tal y como se recoge en una publicación lanzada en 2016 por la Red Española de Pacto Mundial y la Organización Mundial de Turismo. Ello conlleva integrar una visión holística de la sostenibilidad en su actividad. En este sentido, la Red Española de Pacto Mundial identifica siete retos a los que esta industria debe hacer frente para alcanzar este objetivo: empleo, medioambiente, producción y consumo responsable, alianzas y espacios de diálogo entre diferentes actores, transparencia, preservación de los entornos y gestión sostenible de las cadenas de suministro.
La Red Española de Pacto Mundial propone a las empresas turísticas de España integrar en su actividad los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Su aplicación en este sector está directamente relacionada con el desarrollo económico inclusivo, el consumo sostenible y la adecuada conservación las costas.
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por eldiario.es: “El empleo de calidad, la preservación de los destinos y el consumo responsable, entre los principales retos del turismo sostenible.”
