Cuando viajamos deseamos vivir experiencias únicas y adaptadas a nuestras necesidades. Según subraya el artículo 7 del Código Ético Mundial para el Turismo de la OMT —texto de referencia global para un desarrollo responsable y sostenible del sector—, todas las personas deben poder ejercer su derecho a disfrutar del turismo sin ningún tipo de obstáculo. Pero lo cierto es que 6 de cada 10 personas con movilidad reducida dejará de viajar este verano por falta de accesibilidad en los servicios e instalaciones turísticas, según una encuesta elaborada por la Fundación Adecco. Esto se traduce en 58,11 millones de viajeros, ya que las personas con algún tipo de discapacidad suelen viajar acompañados de familiares y amigos.
La proliferación de numerosas aplicaciones también ha llegado al sector turístico, y muchas de ellas ayudan a identificar establecimientos accesibles para las personas con movilidad reducida, pero deben mejorar. «Las nuevas tecnologías han ayudado a que la información fluya, pero es necesario un control de calidad para que sea realmente verídica. Habitualmente, son los propios usuarios o trabajadores del establecimiento turístico los que valoran su accesibilidad, sin conocimientos específicos. Por ejemplo, no es lo mismo decir que se dispone de rampa de acceso cuando en realidad se trata de un ”tobogán” debido a su pronunciada pendiente», crítica Rovira-Beleta.
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Ethic: “Accesibilidad, el reto del sector turístico”.