Juegos Olímpicos Río 2016: la verdad vista desde la calle

Juegos Olímpicos Río 2016: la verdad vista desde la calle Brasil se prepara para los Juegos Olímpicos 2016 en Río de Janeiro. Contratación de personal de seguridad, construcción de infraestructuras deportivas, zonas turísticas engalanadas; son algunas de las acciones que la ciudad está acometiendo. Como parte de este proceso de mejoras, se ha iniciado también la llamada “limpieza de calles”. Personas sin hogar son trasladadas a otros lugares y los “niños de la calle” dejan de verse de forma tan frecuente.

La situación actual de los “niños de la calle”

En 2011, se estimó que alrededor de 24.000 niños, trabajaban o vivían en la calle en Brasil. El mismo informe confirmaba que un 63% de estos niños acaban en la calle como consecuencia de conflictos familiares. El 37% restante son víctimas del abuso de alcohol y drogas.

La vida para los que no tienen hogar en este país no es nada fácil. Los niños que viven en la calle no tienen acceso a la sanidad ni a la educación y se esfuerzan día a día por encontrar comida para sobrevivir. Además, frecuentemente son víctimas de abusos sexuales o físicos, y muchos de ellos con tan solo 7 años comienzan a tener adicciones asociadas a narcóticos.

Algunos de estos niños son en muchas ocasiones brutalmente asesinados. UNICEF publicó un informe el pasado verano en el que mencionaba que Brasil “es el segundo lugar del mundo donde se produce el mayor número de homicidios de niños y niñas por debajo de 19 años”. En 2013, por ejemplo, más de 10.000 niños fueron asesinados. Mientras estos datos representan la cifra de homicidios de niños sobre el total de niños que que viven en Brasil, no cabe duda que aquellos viviendo en la calle son los que se encuentran en peligro El instinto de supervivencia y la incesante búsqueda de protección lleva a muchos de ellos a trabajar para bandas callejeras o para la prostitución. Otros, se ven obligados a robar a turistas o los propios habitantes de la ciudad, con el fin de poder subsistir en el día a día.

¿Qué está pasando actualmente con los niños?

Para hacer frente a lo que el país ve como una amenaza a garantizar la seguridad y algo desagradable a la vista, se han tomado ciertas medidas que han generado gran controversia.

De acuerdo con la Naciones Unidas, la policía de Río de Janeiro arresta a los menores y los lleva a diferentes comisarías, bajo sospechas infundadas y sin ningún tipo de protección legal. Estos niños, que no han sido condenados por haber realizado ningún tipo de crimen, son retenidos en prisiones que están realmente abarrotadas, donde las personas están literalmente hacinadas y en la mayoría de los casos, se respira un ambiente cargado de violencia y peligro.

Lo que es aún más preocupante, según señalan las Naciones Unidas en su informe de Octubre, es que según indica el informe, Brasil utiliza a la policía militar matar a niños sin hogar que deambulan por las calles de Brasil. Utilizando esta medida como una de las acciones a acometer en la tarea de poner a punto la ciudad para los Juegos Olímpicos 2016. El informe encontró además, que la policía del país tenía “impunidad generalizada” para ejecutar a los menores.

Mientras algunos aprueban estas polémicas medidas como garantía de la seguridad durante los Juegos Olímpicos, muchos activistas defienden que los niños están siendo víctimas de un sistema que pretende presentar una imagen de la ciudad lleno de armonía y que en definitiva no se corresponde con la realidad social de Río de Janeiro.

¿Ayudarán los Juegos Olímpicos a mitigar la pobreza en Brasil?

Lo que espera Brasil de los ingresos que se reciban con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos, es mejorar su más que debilitada economía. Durante la Copa del Mundo 2014 se tuvo la misma esperanza, aunque los resultados tras el evento concluyeron en que el impacto positivo que se generó no perduró en el largo plazo. De hecho, el gobierno invirtió alrededor de 11 millones de dólares en la organización de la Copa del Mundo 2014, de los cuales 550 millones de dólares se destinaron a un estadio que actualmente se utiliza como parking de autocares. Muchos países en los que se han dado cita grandes eventos de semejante calibre al de unos Juegos Olímpicos, han ejecutado también proyectos de infraestructuras muy costosas que no son utilizadas posteriormente y el evento finalmente no ha tenido supuesto un gran impulso para la economía.

Mientras Brasil invierte más y más recursos en la preparación de los Juegos Olímpicos, un evento que puede ser o no sinónimo de impulso económico, se frena la inversión en servicios básicos a la ciudadanía. De ahí que, algunos de los sectores que pertenecen a la administración pública, como doctores o profesores, se han visto forzados a abandonar su empleo o a trabajar sin remuneración durante meses. Como consecuencia, la ciudadanía muestra su descontento debido a las acentuadas carencias existentes en servicios básicos tales como educación y sanidad.

Viajar o no viajar

A raíz de estos datos, muchos viajeros se plantean si viajar a Brasil y asistir a los Juegos Olímpicos es ético. En palabras de Sarah Faith, Responsable de Marketing Turístico: “Hay muy pocos lugares, si es que existe alguno en el mundo, que no tengan una cuestión subyacente. Sin embargo, no creemos que boicotear a Brasil sea la mejor forma de estimular la economía local. Las buenas prácticas en turismo, por contra, pueden jugar un papel clave frente las dificultades económicas del destino”.

La clave es tomar decisiones responsables en base a un acopio previo de información. Y continúa diciendo “Realmente creemos que en la mayoría de los casos, elegir un turoperador que incluya políticas de turismo responsable en su actividad, aunmenta la probabilidad de que las vacaciones provoquen un efecto positive en la población local”. Así, finaliza Faith “Asegurar que el gasto turístico revierte en la población local, hace que sin duda el viaje genere más impactos positives que negativos”.

Durante sus viajes, los turistas pueden cooperar por ejemplo en la mejora de la calidad de vida de los niños brasileños a través del programa de protección de niños víctimas de tráfico de personas con fines sexuales, uno de los graves problemas del país. Faith, por su parte recuerda que “los viajeros que reconozcan cualquier tipo de abuso a menores pueden marcar 100 en la línea telefónica brasileña para denunciarlo” y concluye “confiamos en que actuaciones que partan de una sensibilización y ética, pueden hacer posible un viaje responsable a Brasil durante Los Juegos Olímpicos”.

Este artículo ha sido escrito por Shannon Flynn para EthicalTraveler.org y traducido para Travindy.Es por nuestra colaboradora Nuria Mohedano. Puedes leer el artículo original en inglés aquí: Brazil Sweeps Away Street Children to Prepare for Olympics | Ethical Traveler

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